En lo que hoy es El Corte Inglés (la plaza del
Duque con la calle teniente Borges) se alzaba hasta los años 60 un
imponente palacio. Allí había estado hasta el siglo XIX el imponente
palacio de los Medina Sidonia. Entonces se construye allí
su casa palacio el marqués de Palomares. Poco tiempo después vende el
inmueble a Juan Fernández de la Riva, quien abre en el edificio unos
almacenes de telas y paños: almacenes el Duque, les llama.
Desde entonces su familia se encarga del negocio y sus hijos continúan
con el comercio que se asienta en las dependencias bajas del palacio.
Otra parte de la edificación sería usada como vivienda. Pero con los
años, los hijos de Fernández de la Riva deciden deshacerse de la
edificación, lo que finalmente hacen en 1964, cuando pasa a manos de
José Bardau.
Bardau no quería el palacio para habitarlo, y en
menos de un año lo tenía vendido -a El Corte Inglés- y en 1965 se
produce el derribo. El proyecto que habría de sustituirlo y que ocuparía
el nuevo centro comercial, tuvo varios proyectos, en algunos de los
cuales se intentó conservar algo del estilo del palacio. Finalmente se
descartó esa idea y se acabó construyendo el edificio que hoy se
conoce...
Otro
de los honores de esta edificación, además de ser la única de la que se
conserva algo, es la de ser el primer palacio de la plaza del Duque que
se derriba. Concretamente, en el año 1963 con Mariano Pérez de Ayala y
Vaca como alcalde de la ciudad. Pero antes de que las excavadoras
acabaran con este palacio, la ciudad pudo entrar libremente a verlo. Al
menos lo que quedó cuando fue convertido en los almacenes Lubre, que
intentó conservar algo de la ornamentación y estructura original.
Poco duró esta tienda, que fue adquirida por Ramón Areces para El Corte
Inglés, comercio que lo ocupa en la actualidad. Junto con el palacio de
los Sánchez-Dalp, la desaparición del palacio de los Cavaleri desdibuja
y resta personalidad a la plaza del Duque por efecto de la piqueta...
Juan León
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